21 Abr El Amor a fuego lento
La inmediatez nos hace vivir de logros y no nos deja saborear esos logros, funcionamos a base de cosas por hacer y cosas hechas . El amor se cuece a fuego lento, no se saborea en el logro cumplido, sino está en disfrutar y saborear el camino escogido para alcanzar esa meta del deber cumplido.
Podemos tener muy buenas intenciones y movernos por hacer lo que tenemos que hacer ; ir a trabajar, cumplir con nuestras responsabilidades , cuidar de los nuestros, dar a cada uno lo suyo y podemos sentirnos satisfechos puesto que nos miramos y pensamos, «hemos hecho aquello que debíamos de hacer y cumplo de forma responsable, las cosas deben de ir bien», esa es la equivocación , no es cuestión de hacer, es hacer todo si, pero con la fuerza motora del hombre, el amor. Es cuestión de amar en todo aquello que hago.
Parece una tontería pero si invertimos la fórmula no funciona esto de ser feliz y dar felicidad, porque sin el condimento esencial del amor no podemos vivir, que es disfrutar, saborear los momentos presentes que vamos recorriendo para llegar a la meta. De esta manera cada momento lo viviremos con intensidad como si no hubiera un mañana , dejaremos en cada detalle, palabra, gesto y acto como si fuera el ultimo, se vive con la intensidad del presente y se teje un futuro potente , compacto, robusto que dibuja una marca profunda en nosotros y por supuesto en los demás. Ese olor, ese poso que desprende esa olla cocinada a fuego lento …
Ama y disfruta aquello que haces, se feliz en cada instante de tu día. Vive con la intensidad del amor.
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