30 Abr Educación de la sexualidad. Enseñar a amar.
Enseñar a Amar
La educación de la sexualidad tiene que estar orientada hacia la vivencia del amor, de la entrega personal, de la transmisión responsable de la vida, no hacia la promoción del sexo seguro.
Una sociedad permisiva, donde prima el subjetivismo, yo creo, yo opino, yo pienso, hay una perdida del concepto del bien y del mal se confunden los parámetros de normalidad y frecuencia como si lo que se hace a menudo, se convierte en normal. Una escala de valores cambiantes en función de las modas, esta es nuestra sociedad, sin miedo ni ponernos las manos en la cabeza, pero si con la responsabilidad y obligación que tenemos como padres de educar a nuestros hijos en el amor, una educación que debe ser integral, pues no solo somos cuerpo, ni cabeza, ni corazón somos una totalidad.
Para enseñar tenemos que saber, ¿que entendemos nosotros por sexualidad? Sexualidad no es igual a genitalidad, Sexualidad es la persona en toda su totalidad, somos hombre o mujer en todo ¿Sabríamos explicarle a nuestros hijos adolescentes que es «hacer el amor»?
No es solo la entrega de los cuerpos, no es solo la donación de nuestra capacidad de dar la vida. Es la culminación de la entrega en el amor, el dialogo conyugal del amor, el placer de amarse y el regalo de una nueva vida, para siempre, como lo es el hombre. No existe humanamente otra forma de amar.
Una buena educación requiere:
- Formar la inteligencia: Distintos pero complementarios, sexualidad masculina y femenina, diferencias entre la sexualidad animal y humana y toda su dimensión; afectividad, dialogo, placer, procreación.
- Educar los sentimientos y afectividad, en la familia se aprende la gratuidad del amor, sobre todo necesitan sentirse amados por sus padres. Identificarles lo que ese amor, una palabra tan desvirtuada, se reduce solo a lo puramente sexual, y se vende como la felicidad, por lo tanto la fidelidad se ve como una limitación y la castidad como represión.
- Orientarles la conducta, explicándoles lo que les esta pasando en la adolescencia. No pueden dirigirse bien si no reciben la información y formación adecuada, no tiene libertad, ni fuerza para ir contra corriente, solo tiene la posibilidad de equivocarse. ¿donde van los adolescentes si los padres no les hablan, quien mejor que vosotros para hablarles, y explicarles? No solo tenemos que educar la inteligencia y el cuerpo, y ¿el corazón?
Ayudar a vuestros hijos, hablando mucho con ellos, enseñarles a pensar y motivarlos. Educarlos en el uso de la libertad, para que sepan asumir su responsabilidad. Transmitirles el valor del pudor que es la salvaguarda de la intimidad, respetar su propio cuerpo para que sean respetados y aprendan a respetar a los demás.
La formación es pausada, continua, concreta personalizada. Teniendo en cuenta la forma propia de ser y de sentir de cada hijo. Solamente a través de la educación de la afectividad desde la infancia y la integración armónica de todos los conceptos de la sexualidad humana, nuestros hijos pueden alcanzar una madurez psico-sexual.
«Los sentimientos constituyen la forma más frecuenta de vivir la afectividad. El sentimiento gratificante por excelencia es el amor.» (Enrique Rojas)
Bibliografia interesante y formativa:
- «Nuestros hijos quieren saber.. 60 preguntas sobre la sexualidad». Autor Jokin Irala
- «Como hablar a los joven de sexualidad». Autor Ana Otte.
Para ellos:
- «Tus preguntas y respuestas sobre amor y sexo» Autor, Mary Beth Bonacci
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